domingo, 23 de junio de 2013

Carta a una hermana

(Dadle a "play" al vídeo mientras leéis la entrada)

 

0:30 de la madrugada, 2 de Febrero, 2013.

Querida hermana:

El tiempo ha pasado. No, ya no somos esas chiquillas de 5 años que jugaban con muñequitos y pasaban las tardes riendo. Ya no jugamos al escondite ni al pilla-pilla.

También hemos descubierto que el mundo no es de color de rosa, y que el tiempo pasa factura, y que la adolescencia acaba llegando aunque no queramos.
¿Te has dado cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo?
Sigo recordando el año pasado día por día, minuto por minuto, segundo por segundo, como si fuera ayer.
Sigo recordando cada momento que hemos pasado juntas como si siguieras a mi lado.
Pero amiga, todo ha cambiado.

Querida hermana, estamos pasando por tiempos difíciles, no te lo voy a ocultar.

Las amigas que no se van, te traicionan, y es duro. Acepto que te he necesitado junto a mí en estos tiempos, y he añorado esos días en los que estábamos juntas.
Te sigo echando de menos como desde el primer día que te fuiste.
Y ahora que estás lejos, quiero enseñarte que la vida es muy difícil, y que no siempre va a haber un puente para que cruces por encima de los problemas. Que tendrás que afrontarlos. Y sobre todo, no llores nunca pequeña hermanita, no llores.
Sé que yo no cumplí, y quiero pedirte perdón. Sé que nunca hubieras querido verme mal, y lo siento, pero no estabas, no tenía tu apoyo.

Pero ahora que todo ha pasado, quiero demostrarte que, pese a no seguir mis propios consejos, tú deberías hacerme caso. 

Tengo unos meses más que tú, no son muchos, pero quizás sean los justos como para poder aconsejarte. Tú todavía no has abierto los ojos del todo y quiero ayudarte a ello.

Hermana, escúchame, sé que en el fondo abriste tus ojos hace tiempo, pero no consigues demostrarlo. Sé que me necesitas, al igual que yo te necesito a ti.

¿Sabes? Un consejo que quiero darte es el de que nunca debes llorar. Parecerá obvio, pero no es fácil de llevar a cabo. Si lloras no conseguirás ver el camino hacia tus verdaderos sueños y no los podrás alcanzar. 
Pequeña hermanita, el tiempo es justo, siempre nos dará las cosas que queremos, aunque no cuando las queremos. Por eso debes de tener siempre paciencia.
Otra cosa, nunca te pelees con nadie, y disfruta todo el tiempo que pases con tus seres más queridos, tanto familia como amigos, no hay nada que dure para siempre, y cuando ellos se vayan o se distancien de ti, te arrepentirás de no haber pasado el tiempo suficiente con ellos.
Ante todo, no busques al príncipe azul, a ese chico perfecto. No nos engañemos: No existe. Ese hombre ideal que queremos en nuestras vidas es sólo un sueño. No podemos hacernos ilusiones.

Ay, querida hermanita, sé que me echas de menos, y yo también te añoro, es cierto.

Pero hay que ser fuertes, este es otro reto de la vida: la distancia.
Quizás este sea el más duro de los obstáculos, y por desgracia, el más común. 
Pero por muchas piedras que pongan en nuestro camino, debemos seguir en pie, sin tropezar. 
Confío en ti.

Pequeña hermana, sólo quiero decirte que espero que estés bien allí y estés disfrutando de tu familia y del ambiente que te proporciona.

Sobre todo, estudia, los tiempos que corren hacen necesario esto para poder ser alguien en un futuro.
Una última cosa, vuelve pronto.
Te echa de menos, tu hermanita:
 Ana Montoya

No hay comentarios:

Publicar un comentario