jueves, 14 de febrero de 2013

Ana - Dime que lo sientes

Dime que lo sientes, pero por favor, siéntelo,
no me vale que me abraces y me digas que me echabas de menos,
¿por qué? Porque creo que vivo una mentira,
no quiero que vuelvas si en verdad no querías.
Porque sufrí por ti, lloré, es cierto, no lo niego,
esas canciones que un día me enseñaste ahora me matan por dentro.
¿Y sabes qué? Sé que me necesitas,
igual que yo a ti, porque somos buenas amigas.
Pero ahora no tanto, aquella pelea nos separó,
recuerdo aquellas lágrimas que se me escaparon en mi habitación,
cuando no me hablabas, eso me mataba, yo quería que volvieras,
noches escuchando esas canciones especiales que me recordaban a ti, a nuestra amistad,
ahora son sólo buenos recuerdos para recordar cuando estoy triste,
lo siento si me viste pasarlo mal por ti, pero era inevitable...

Tus silencios en clase eran insoportables,
miraba hacia atrás, me mirabas, apartábamos la mirada, y así todas las mañanas,
era insufrible, lo siento de verdad, pero nuestra amistad ha cambiado.
Yo no quería, lo juro, aún así ha ocurrido,
aunque lo disimulemos, sabemos que nada volverá,
que tendremos que dejar todo atrás y seguir con nuestras vidas,
cuando una amistad cambia, no volverá a ser la misma, o eso pienso,
y lo siento, el pasado pesa demasiado, tus acciones me hirieron,
y eso no se olvida con facilidad, te juro que te pido perdón,
aunque te sigo necesitando,
pero me he percatado de que no vamos en el mismo barco,
no tenemos la misma meta, me he dado cuenta que seguir llorando no es la solución perfecta,
y no derramaré más lágrimas, lo prometo...

¿Sabes? No lloraré porque no querrás verme así,
intentaré olvidar todo, seguir adelante,
la vida sigue, no puedo quedarme atrás, y lo sabes,
que tiraré como pueda, me haré responsable de todos mis actos,
si te he hecho daño, te pido perdón, ahora lo siento,
pero mi barco tiene otro destino, no puedo anclarme a ti,
necesito seguir remando y si vienes conmigo te acogeré, no lo dudes,
pero si no subes, me iré sin ti, la vida es así,
aguantaré, resistiré, todas las piedras, todos los golpes que haya en mi camino,
este fue uno, y me costó superarlo, es cierto,
pero mírame, ahora soy feliz, buscando mi destino, mi sueño,
todo lo que quiero, porque me queda mucho por delante,
y no caeré en esta piedra, he tropezado pero me mantengo en tierra,
y cuando esté en el cielo, prometo acordarme de ti cada noche que duerma.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Ana - Niña de ojos tristes

Sus ojos se aclararon poco a poco, cada día,
cada segundo que pasaba yo sentía su melancolía,
sus gotas de nostalgia se deslizaban por su rostro,
su mente no aguantaba más problemas.

Sus ojos transmitían tristeza, lo juro que no aguantaba,
sus lágrimas, despacio, alcanzaron su nariz,
luego cayeron rápidamente al seco suelo,
junto a sus ganas de vivir.

Cada día que pasaba para ella era insufrible,
llegaba tristemente y se sentaba en su pupitre,
cogía su libreta personal, la abría por aquellas hojas,
y seguía escribiendo frases sobre su triste historia.

Y pasaban las horas, el instituto finalizaba,
ella volvía a casa como si fuera un día cualquiera,
ya que todos eran iguales, no había diferencia,
su silencioso lamento daba vueltas en su cabeza.

Ella se cayó de su barco, sus ojos se mojaron,
de millones de tristes lágrimas que no la abandonaron,
siguió sufriendo, llegó sola hasta el horizonte,
se fue tan lejos que escuchó el piar de los sinsontes. (x2)
Niña de ojos tristes, sus lágrimas caían,
quién iba a decir que perdería su sonrisa,
aquella niña que siempre solía reír,
un día de imprevisto la visitó el sinvivir. 

Fue un mes intenso, aquel extraño Diciembre,
todo había cambiado, ella sentía el agobio en su mente,
tantas preguntas eran, tantas cuestiones sin respuesta,
ella sólo buscaba una razón para subir de nuevo la cuesta.

Pero cayó, cayó en un inmenso abismo,
quién iba a decir que se perdería en sus pensamientos,
que algún día mi risueña niña podría llorar de tristeza,
duele que un amigo cambie y más duele sentir impotencia.

Y eso era cierto, su impotencia podía con ella,
el conocer la pregunta y no saber la respuesta, la inquieta,
y piensa, que nunca nada volverá a la realidad,
mi pobre niña risueña su sonrisa no mostraba ya.

Y sus ojos color miel sufrían, gritaban de dolor,
sólo querían lucir sus bellos tonos de color marrón,
pero aquel problema la sumió en un continuo llanto,
duele que un amigo cambie y más que te eche de su barco.

Ella se cayó de su barco, sus ojos se mojaron,
de millones de tristes lágrimas que nunca la abandonaron,
siguió sufriendo, llegó sola hasta el horizonte,
se fue tan lejos que escuchó el piar de los sinsontes. (x2)
Niña de ojos tristes, sus lágrimas caían,
quién iba a decir que perdería su sonrisa,
aquella niña que siempre solía reír,
un día de imprevisto la visitó el sinvivir. 

Y ella luchaba, quería salir de aquella situación,
pero el viento no iba a su favor, 
los errores no perdonan, te lo digo,
cuando fallas, el error te persigue hasta hacerte sangrar. (x2)

Ella se cayó de su barco, sus ojos se mojaron,
de millones de tristes lágrimas que no la abandonaron,
siguió sufriendo, llegó sola hasta el horizonte,
se fue tan lejos que escuchó el piar de los sinsontes. (x2)
Niña de ojos tristes, sus lágrimas caían,
quién iba a decir que perdería su sonrisa,
aquella niña que siempre solía reír,
un día de imprevisto la visitó el sinvivir.